El presidente
asegura que la península "es una parte inalienable" de Rusia en una
sesión extraordinaria del Parlamento y pide a la Duma que promulgue una ley
para anexionar el territorio.
Putin se dirige a la sesión extraordinaria del Parlamento ruso. / MAXIM SHEMETOV (REUTERS)
Crimea ya forma parte de la Federación rusa, según anunció este martes
el Kremlin, minutos después de que el presidente Vladímir Putin firmase el acuerdo de anexión
con las nuevas autoridades de la península, que votó el domingo en un referéndum solo
reconocido por Moscú su entrada en Rusia.
El decreto firmado por Putin, que entra
inmediatamente en vigor, incluye un reconocimiento para el "estatus
autónomo especial" de Sebastopol
Poco antes, Putin se había dirigido a una sesión extraordinaria del
Parlamento ruso con un discurso lleno de referencias nacionalistas en el que
calificó la entrega de la península a Ucrania en los tiempos de la URSS, en 1954, como "un robo a
Rusia". "No pudimos proteger entonces a nuestro pueblo. Pero Crimea
es una parte inalienable de Rusia", agregó el presidente ruso, quien pidió
a la Duma que promulgue una ley para que la península pueda unirse a Rusia. Al
término de su discurso, el presidente firmó con las nuevas autoridades de la
península el tratado por el que Crimea se une a Rusia.
En medio de aplausos y con toda la solemnidad de la Sala San Jorge del Kremlin como
escenario, Putin manifestó que respetará a todos los grupos étnicos
de Crimea y que se mantendrán tres lenguas oficiales, ruso, ucranio y tártaro.
"No pudimos dejar sin respuesta la petición de Crimea y de su pueblo. No
ayudar a Crimea hubiera sido una traición", dijo.
El mandatario ruso negó haber desplegado tropas en Crimea "pese a
tener el permiso del Parlamento" e insistió en que nunca se superó el
límite de 25.000 soldados que el acuerdo con Ucrania permitía mantener en la
península donde está estacionada la flota rusa en Mar Negro. Desde la caída del
régimen de Yanukóvich, fueron apareciendo soldados
uniformados pero sin distintivos que fueron haciéndose con todos los puntos
estratégicos de Crimea. Rusia nunca ha reconocido estos soldados como suyos,
aunque la inmensa mayoría de los observadores considera que son rusos.
Putin hizo referencia al ejemplo de Kosovo, la ex provincia
serbia que se independizó tras una operación internacional y acusó a la
comunidad internacional de doble rasero. También señaló que no pretende que se
produzcan nuevas divisiones territoriales en Ucrania, en referencia al este del
país, de mayoría rusófona.
Rusia y Crimea se apresuran a poner en práctica y consolidar los resultados del plebiscito del
domingo en el que, según las autoridades de esta península del
mar Negro, los crimeos de forma casi unánime expresaron su voluntad de integrarse a Rusia frente
a un insignificante número de partidarios de seguir en Ucrania con competencias
ampliadas. Antes de pronunciar su discurso, Putin informó este martes a su
Gobierno y al Parlamento de la propuesta de adhesión de la región ucrania de Crimea
a la Federación Rusa, apenas un día después de firmar un documento por el que
reconoce a la provincia como Estado soberano.
El decreto firmado el lunes por Putin, que entró inmediatamente en
vigor, incluye un reconocimiento para el "estatus autónomo especial"
de Sebastopol, la ciudad crimea donde Rusia tiene estacionada a su Flota del
Mar Negro.
El Parlamento de la península, en una sesión extraordinaria a puerta
cerrada, votó el lunes una declaración de independencia efectiva este mismo día
y facultó al primer ministro, Serguéi Axiónov, y al jefe del legislativo,
Vladímir Konstantínov, para acudir a Moscú para firmar un tratado bilateral con
Rusia en el que se sellará la anexión. Basándose en el resultado oficial del
referéndum, en Moscú el presidente Vladímir Putin promulgó un decreto en el que reconoce a Crimea como un
Estado soberano.
De acuerdo con la legalidad internacional, Crimea es una república
autónoma de Ucrania y el referéndum del domingo solo es reconocido por Rusia.
Resultado de las turbulencias provocadas por el Maidán (las
protestas) de Kiev, la consulta fue preparada en el plazo récord de
diez días y realizada en un entorno militarizado y mayormente controlado por
los uniformados rusos. Los resultados proclamados suscitan serias dudas, incluso
entre los convencidos de que la opción rusa (dejando aparte la legalidad
ucrania) sería mayoritaria en Crimea si hubiera podido formularse en unas
condiciones más sosegadas. La comunidad tártara, que constituye cerca de un 13%
de la población, se había pronunciado
mayoritariamente por el boicot; los ucranios, que son cerca del 24%,
estaban divididos, y unidades militares ucranias bloqueadas por los rusos no
pudieron y tampoco quisieron votar. Además, hubo irregularidades patentes tales
como la posibilidad de votar con solo acudir a un colegio y solicitar sumarse a
la lista de electores.
Por la incorporación a Rusia votaron el 96,77% de los crimeos (1.233.002
personas) y a favor de Ucrania, el 2,51% (31.000 personas), según el presidente
de la comisión del referéndum, Mijaíl Mályshev, que informó del resultado
oficial al Parlamento. En el referéndum habrían votado el 83,1% del censo (1.274.096
personas) y 9.097 papeletas habrían sido declaradas nulas. La victoria de la
opción rusa, sin ser una sorpresa para nadie, provocó una oleada de júbilo
entre los rusos de la península, que en las ciudades de Sebastopol y Simferópol
salieron a la calle a celebrarlo con banderas, música y efusiones
emotivas.
Los parlamentarios crimeos se dedicaron el lunes a desmontar la
legalidad ucrania en Crimea para comenzar a construir su propio proyecto. Por
la “declaración de independencia” de Crimea votaron 85 diputados (de un total
de cien de la cámara). La “República Autónoma de Crimea” fue sustituida por
“República de Crimea”. La hora de Kiev (una hora más que en España) será
sustituida por la hora de Moscú a partir del 30 de marzo (tres horas de diferencia
con España en invierno y dos horas en verano). El Soviet Supremo o Rada de
Crimea será el Consejo de Estado o Parlamento. La grivnia será sustituida por
el rublo, aunque de forma paulatina y con un plazo de circulación hasta enero
de 2016. En una disposición económica, el Parlamento determinó las bases de
funcionamiento del sistema de finanzas local. El flamante “Banco de Crimea”
asegurará la circulación monetaria y el funcionamiento de sistema financiero y
se ocupará de sustituir la grivnia por el rublo. El Ministerio de Finanzas de
la república pasa a controlar las delegaciones en Crimea de la Tesorería del
Estado, el Ministerio de Impuestos y la Inspección de Finanzas. En 2014, el
sistema de pagos de pensiones, sueldos y servicios sociales seguirá funcionando
como en Ucrania, pero el Consejo de Ministros ha pedido ayuda financiera a
Rusia. A la sesión asistían varios diputados de la Duma Estatal de Rusia y el
cónsul de ese país en Simferópol.
En su declaración de independencia, la república de Crimea se dirigió a
la ONU y a todos los países del mundo para pedirles que la reconozcan como un
Estado independiente, fundado por los pueblos de Crimea. La declaración prevé
un estatus especial para la ciudad de Sebastopol, que en la Unión Soviética se
sometía directamente a Moscú, y en Ucrania, a Kiev. También se ha abolido la
legislación y los símbolos del Estado ucranio. La propiedad estatal de Ucrania
en la península pasa a ser propiedad de Crimea.
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