La
decisión ha sido una sorpresa, pues sólo dos días antes había descartado su
candidatura.
Omar Suleiman, el ex jefe de los
servicios de inteligencia durante el régimen de Mubarak, anunció el
viernes por la tarde su candidatura a las elecciones presidenciales, que se
celebrarán los próximos días 23 y 24 de mayo. La noticia llega una semana
después de que los Hermanos Musulmanes presentaran a su propio candidato,
Jairat al Shater, por lo que se anticipa un intenso duelo entre ambos
aspirantes.
Aunque hacía semanas que
en los mentideros políticos de El Cairo se rumoreba la participación de
Suleiman en los comicios, la decisión ha sido toda una sorpresa, pues sólo dos días antes
había roto un largo silencio para descartar públicamente su candidatura. El general retirado justificó su
rectificación en la celebración de una concentración de cientos de sus
seguidores instándole a reconsiderar su decisión.
"Me ha emocionado
vuestra firme posición. La petición que hoy realizastéis es una orden, y yo soy
un soldado que nunca ha desobedecido una orden", declaró Suleiman a través
de un comunicado ofrecido por la agencia de prensa oficial. "No puedo sino
responder a la llamada y alistarme a la competición a pesar de los obstáculos y
dificultades".
Suleiman, de 75 años de
edad, prometió "hacer todos los esfuerzos posibles ... para conseguir los
cambios esperados y completar los objetivos de la Revolución , y poder
estar a la altura de las esperanzas del pueblo egipcio". Sin embargo, el
ex general fue nombrado por Mubarak vicepresidente del país el 29 de enero del
año pasado para frenar la rebelión, por lo que su figura más bien simboliza un
intento de restauración del viejo orden.
Para poder participar en
las elecciones presidenciales, los aspirantes deben contar con el apoyo de
algún grupo parlamentario, o bien con 30.000 firmas de ciudadanos repartidos en
al menos 15 provincias diferentes. Un grupo de seguidores de Suleiman empezó a
recoger las signaturas necesarias cuando se abrió el plazo de presentación de
candidaturas, que culmina este domingo.
Según los analistas,
Suleiman será el candidato de la Junta Militar , que según la hoja de ruta de la
transición, debe entregar todos sus poderes al vencedor de los comicios el
próximo 30 de junio. Puesto que la Asamblea
Constituyente se encuentra encallada, es muy probable que el
presidente que sucederá a Mubarak asuma el cargo sin saber exactamente cuáles
serán sus competencias.
Las candidaturas de al Shater y Suleiman apuntan a una intensa lucha
de poder entre los Hermanos Musulmanes y el ejército, las dos instituciones más
poderosas de Egipto, que históricamente han mantenido una tortuosa relación.
Tras la Revolución,
islamistas y militares sellaron un matrimonio de conveniencia que parece al
borde del divorcio.
Las tensiones entre
ambos se han acentúado durante las últimas semanas ante su incapacidad de
encontrar un candidato de consenso a las presidenciales, y a la intención de la Hermandad de presentar
una moción de censura contra el Gobierno de
Kamal Ganzuri. El histórico movimiento islamista desea liderar la
formación de un nuevo gabinete, pero la Junta Militar se
opone a esta opción, y mantiene su apoyo a Ganzuri.
De acuerdo con la última
encuesta, hecha antes del anuncio de las candidaturas de al Shater y Suleiman,
cerca de un 25% de los egipcios apostarían por un presidente con un perfil
militar, mientras un 58% se decantaría por uno de tendencia islamista. Ante la
probable descalificación de Hazem Abu Ismail, el aspirante salafista, el otro
candidato favorito es Amr Moussa, el ex secretario general de la Liga Árabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario