Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

sábado, 7 de abril de 2012

Omar Suleiman, el hombre fuerte de Mubarak, se postula a sucederle


La decisión ha sido una sorpresa, pues sólo dos días antes había descartado su candidatura.

 


EL PAÍS/RICARD GONZÁLEZ El Cairo 

Omar Suleiman, el ex jefe de los servicios de inteligencia durante el régimen de Mubarak, anunció el viernes por la tarde su candidatura a las elecciones presidenciales, que se celebrarán los próximos días 23 y 24 de mayo. La noticia llega una semana después de que los Hermanos Musulmanes presentaran a su propio candidato, Jairat al Shater, por lo que se anticipa un intenso duelo entre ambos aspirantes.
Aunque hacía semanas que en los mentideros políticos de El Cairo se rumoreba la participación de Suleiman en los comicios, la decisión ha sido toda una sorpresa, pues sólo dos días antes había roto un largo silencio para descartar públicamente su candidatura. El general retirado justificó su rectificación en la celebración de una concentración de cientos de sus seguidores instándole a reconsiderar su decisión.
"Me ha emocionado vuestra firme posición. La petición que hoy realizastéis es una orden, y yo soy un soldado que nunca ha desobedecido una orden", declaró Suleiman a través de un comunicado ofrecido por la agencia de prensa oficial. "No puedo sino responder a la llamada y alistarme a la competición a pesar de los obstáculos y dificultades".
Suleiman, de 75 años de edad, prometió "hacer todos los esfuerzos posibles ... para conseguir los cambios esperados y completar los objetivos de la Revolución, y poder estar a la altura de las esperanzas del pueblo egipcio". Sin embargo, el ex general fue nombrado por Mubarak vicepresidente del país el 29 de enero del año pasado para frenar la rebelión, por lo que su figura más bien simboliza un intento de restauración del viejo orden.
Para poder participar en las elecciones presidenciales, los aspirantes deben contar con el apoyo de algún grupo parlamentario, o bien con 30.000 firmas de ciudadanos repartidos en al menos 15 provincias diferentes. Un grupo de seguidores de Suleiman empezó a recoger las signaturas necesarias cuando se abrió el plazo de presentación de candidaturas, que culmina este domingo.
Según los analistas, Suleiman será el candidato de la Junta Militar, que según la hoja de ruta de la transición, debe entregar todos sus poderes al vencedor de los comicios el próximo 30 de junio. Puesto que la Asamblea Constituyente se encuentra encallada, es muy probable que el presidente que sucederá a Mubarak asuma el cargo sin saber exactamente cuáles serán sus competencias.
Las candidaturas de al Shater y Suleiman apuntan a una intensa lucha de poder entre los Hermanos Musulmanes y el ejército, las dos instituciones más poderosas de Egipto, que históricamente han mantenido una tortuosa relación. Tras la Revolución, islamistas y militares sellaron un matrimonio de conveniencia que parece al borde del divorcio.
Las tensiones entre ambos se han acentúado durante las últimas semanas ante su incapacidad de encontrar un candidato de consenso a las presidenciales, y a la intención de la Hermandad de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Kamal Ganzuri. El histórico movimiento islamista desea liderar la formación de un nuevo gabinete, pero la Junta Militar se opone a esta opción, y mantiene su apoyo a Ganzuri.
De acuerdo con la última encuesta, hecha antes del anuncio de las candidaturas de al Shater y Suleiman, cerca de un 25% de los egipcios apostarían por un presidente con un perfil militar, mientras un 58% se decantaría por uno de tendencia islamista. Ante la probable descalificación de Hazem Abu Ismail, el aspirante salafista, el otro candidato favorito es Amr Moussa, el ex secretario general de la Liga Árabe.

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