GRAN ENCUESTA A CATÓLICOS DE TODO
EL MUNDO
En el gran vivero del catolicismo se observan notables diferencias por
países en cuanto a su visión de la Iglesia, según una encuesta elaborada entre
12.000 fieles de todo el mundo.
La Iglesia Católica no eligió porque sí a un Papa latinoamericano.
Esa región acoge al 42% de sus más de mil millones de fieles aunque también es
la más amenazada por la pujanza de los cultos evangélicos. Y la repuesta de los
fieles del continente, como los de casi todo el mundo, ha sido entusiasta ante
el nuevo pontífice: a casi todos los católicos de Argentina (el 97%) le parece
muy buena o buena su labor, y también a una mayoría amplísima de brasileños (el
91%). Sin embargo, en América se encuentra, paradójicamente, el país donde más
recelo despierta el nuevo Papa. En México hasta un 26% considera mediocres o
pobres sus logros hasta el momento.
Ese contraste es muy importante: de la gran encuesta de Bendixen&Armandi
para la cadena Univisión entre más de 12.000 católicos de todo
el mundo (el 39% de ellos latinoamericanos) se deduce que no hay una única
Iglesia. Los fieles africanos (los países escogidos para la muestra fueron
República Democrática del Congo y Uganda) y asiáticos (las entrevistas se
hicieron en Filipinas) resultaron ser más conservadores en cuestión de doctrina
que los latinoamericanos (encuestados en México, Brasil, Argentina y Colombia).
Y estos, a su vez, resultaron ser más conservadores que los europeos en temas
como el aborto o la posibilidad de que los sacerdotes puedan casarse; pero más
abiertos a aceptar los matrimonios homosexuales que países como Italia o
Polonia. Los datos son una avanzadilla de los que pueden resultar del sondeo
enviado el pasado noviembre por el pontífice a los católicos de todo el mundo
para conocer el sentir de los parroquianos sobre estas cuestiones.
Pero si no hay una sola iglesia tampoco hay una única América
Latina. El continente se halla, por ejemplo, muy dividido en cuanto
a la aceptación de los matrimonios homosexuales. Mientras en Colombia –el país
más conservador de los analizados en la región- el 71% de los católicos se
opone a ellos, en México el porcentaje baja al 62% y en Argentina y Brasil se
da casi un empate técnico entre partidarios y detractores. Más distantes están
los fieles del continente de la doctrina oficial del Vaticano en la cuestión del
aborto. En el país que vio nacer a Jorge Mario Bergoglio, el 81% de los
argentinos se manifiesta a favor, mientras que el 18% cree que no se debería
permitir en ningún supuesto. Colombia es, de los cuatro Estados sondeados, en
el que la aceptación en algunos o todos los casos es menor (61%).
Pero más allá de las opiniones sobre el aborto o el matrimonio
homosexual, regulados por las legislaciones nacionales, el estudio apunta el
deseo de una renovación interna de la Iglesia entre los feligreses. Casi el 70%
de los católicos en América Latina no está de acuerdo con que se le niegue la
comunión a un divorciado que se haya vuelto a casar. Un porcentaje a mitad de
camino entre Europa (75%) y Norteamérica (60%). En cambio son minoría en el
continente (44%) los que verían con buenos ojos un cura casado, nueve puntos
por debajo del promedio mundial. En cuanto a la posibilidad de que una mujer
oficie misa, hay división total: 49%, sí; 47%, no. En estas dos últimas
preguntas, en Estados Unidos y los países europeos en los que se ha realizado
el sondeo hay mayor predisposición a que los curas puedan casarse y las mujeres
ser sacerdotes.
México no comparte de una forma tan unánime el enorme entusiasmo que ha
generado en los católicos de todo el mundo el nuevo Papa. Según la encuesta
hasta un 26% de los católicos mexicanos tiene una opinión mediocre o mala de la
labor desempeñada por Francisco, un porcentaje desmesurado si se compara con el
1% de italianos y polacos que recelan del nuevo pontífice o el 6% de los
brasileños, el segundo país más crítico.
La encuesta no pregunta por los motivos de ese pequeño pero sensible
rechazo y deja ese terreno abierto a la especulación. Tal vez se deba a los
casos de pederastia que afectaron de una forma significativa al país
norteamericano, cuna de los Legionarios de Cristo, una de los grupos religiosos
más señalados por los escándalos. O, al contrario, a que la extraordinaria
imagen de Juan Pablo II no admite comparación posible entre muchos católicos
del país, que lo veneran como a una de las grandes figuras de la historia.
Los católicos mexicanos se muestran abiertos en temas como permitir la
comunión a divorciados que vivan con una nueva pareja (lo admiten dos de cada
tres); el aborto, aceptado en algunos o todos los casos por el 72%; o sobre
todo, el uso de anticonceptivos, admitido por una abrumadora mayoría del 88%.
En cambio, el 65% se muestra contrario a permitir el matrimonio para los
sacerdotes. El rechazo es mayoritario en todas las franjas de edad y alcanza el
73% entre los de más de 55 años. Tampoco quieren los católicos mexicanos que
las mujeres puedan acceder al sacerdocio: el 63% lo rechaza. Pero es
significativo que la medida si sea aceptable por un estrecho 50%-48% para
aquellos católicos que frecuentan menos la iglesia.
Por último, el 62% se opone al matrimonio gay, opción que admite el 36%,
aunque entre los más jóvenes, de 18 a 34 años, ganan por poco los partidarios
(50% frente a 47%).
Los católicos argentinos están prácticamente divididos en dos mitades,
entre quienes apoyan y quienes rechazan el matrimonio entre personas del mismo
sexo. El 48% de los encuestados estaría en contra y el 46% a favor, lo cual es
un empate técnico considerando el 3% de margen de error que tiene el sondeo.
La edad marca, en todo caso, grandes diferencias de opinión. Casi el 60%
de los jóvenes, entre 18 y 34 años, son partidarios de permitirlo, frente al
66% que se opone entre los mayores de 55.
En el resto de cuestiones, se sitúan en contra de la doctrina oficial de
la Iglesia, según la encuesta. El 73% es partidario de que los divorciados con
nueva pareja puedan recibir la comunión; el 79% admite el aborto en algunos o
todos los casos; el 92% admite el uso de anticonceptivos; el 65% está a favor
de permitir que los curas se casen; y el 60% que las mujeres ejerzan el sacerdocio.
El Papa Francisco sí es profeta en su tierra, aunque hay que decir que
lo es en todas las tierras encuestadas. El 97% de sus compatriotas tiene una
imagen buena o excelente de su labor, frente al 2% que la califica de mala o
mediocre.
Los católicos brasileños se muestran entre los más abiertos del
continente en cuestión de doctrina, con resultados muy similares a los
recabados en Argentina, según se deduce de la encuesta. Su postura contrasta
así con la de los pujantes movimientos evangélicos, que son los que abanderan
en el país la oposición a iniciativas como la legalización del aborto o el
matrimonio de personas del mismo sexo.
El 71% permitiría que los divorciados que vivan “en pecado” pudieran
recibir la comunión. El 81% admite el aborto en todos o algunos supuestos. Y un
abrumador 94% está a favor del uso de anticonceptivos.
También ganan los partidarios de eliminar el celibato sacerdotal (60%
frente a 37%) y quienes aceptan el sacerdocio femenino (54% frente a 45%).
El asunto más disputado entre los católicos brasileños es la cuestión
del matrimonio gay, al que se opone el 48% de los católicos, frente al 45%. El
apoyo a las bodas entre personas del mismo sexo es similar al de Argentina y
solo inferior al de España o Estados Unidos entre los países encuestados. En
todo caso, un porcentaje más amplio, el 64%, se opone a que la Iglesia celebre
este tipo de enlaces.
La labor del Papa Francisco está siendo buena o excelente para el 91% de
los brasileños, frente a un 6% de personas que la valoran como mediocre o mala.
Los católicos colombianos son los que más se oponen al matrimonio gay de
los encuestados en el continente. El 71% de los sondeados se opone a esta
medida y el rechazo es general en todos los grupos de edad, desde el 59% de los
jóvenes, al abrumador 81% de los mayores.
Los colombianos también se oponen a la ordenación de mujeres, aunque por
un estrecho margen, del 48% frente al 47%. En cambio, son partidarios del
matrimonio de sacerdotes, con el 54% de apoyos frente al 42% de rechazo.
El 60% es partidario de permitir la comunión a divorciados y un
porcentaje igual aprueba el aborto en algunos o todos los casos. Pero donde la
respuesta es abrumadora, como en el resto de países del continente, es en el
asunto de los anticonceptivos: el 91% está a favor de su uso y solo el 7% en
contra.
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