Majestuoso testimonio de un poder agostado

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lunes, 16 de enero de 2012

Ante la debacle del euro, todos los caminos conducen a Berlín


Inmune al contagio, Alemania se consolida como rectora de las políticas del bloque.

Por Laura Lucchini  | Para LA NACION

BERLIN.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy; la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el primer ministro italiano, Mario Monti, tres líderes clave en la gestión de la crisis de las deudas soberanas europeas visitaron, la semana pasada, Berlín en busca de respuestas frente a la emergencia.
Ante la debacle de las otras potencias europeas, la Alemania de la canciller Angela Merkel se quedó como el último bastión en la crisis de la deuda. Luego de que el país se salvó del masivo recorte de notas realizado por Standard & Poor's (SP) el viernes pasado, las esperanzas del Viejo Continente se dirigen hacia la cancillería.
Si a alguien le pagan para que preste dinero, eso quiere decir que algo no funciona bien. Y es precisamente lo que le pasó a Alemania la semana pasada. En la primera subasta del año, la potencia económica europea colocó bonos a un plazo de seis meses con una tasa de interés negativa. Es decir que el interés hacia los bonos alemanes fue tan alto que los inversores hasta aceptaron asumir pérdidas, con tal de tener la seguridad de recuperar su dinero, algo que responde más a la lógica del miedo que a la del mercado.
Con eso y otros factores, en la tormenta de la crisis, Alemania confirmó su posición de puerto seguro. La economía se afianzó, el PBI creció un 3% en 2010 a pesar de la crisis, el desempleo no hace más que bajar y la gente en la calle no parece estar demasiado preocupada por la emergencia del resto de sus socios.
¿Tiene Alemania la receta para superar la crisis? Para reforzar esta impresión se suma la decisión de Standard & Poor's que, el viernes, rebajó las notas de nueve países europeos, entre ellos Francia y Austria, que hasta la semana pasada seguían con calificación triple AAA. Sólo cuatro países se quedaron en Europa con la nota más alta, y sólo Alemania con un perspectiva positiva.
Políticos cercanos a la canciller denunciaron el fin de semana "ataques contra el euro" y una "casi guerra de las monedas", en referencia a que las principales agencias de calificación son estadounidenses y, por lo tanto, podrían defender el interés del dólar. Por su parte, Merkel eligió anteayer la diplomacia a la hora de comentar los acontecimientos de las últimas horas en un evento de su partido, la Unión Cristiano-Demócrata (CDU). Dijo que sólo se trata de la nota de apenas una de las agencias más importantes; sin embargo, reconoció que la degradación de los nueve países de la zona del euro confirma que hay "un largo camino antes de que se restablezca la confianza de los inversores".
Mientras Grecia, España e Italia tuvieron que recurrir a las tijeras para corregir sus cuentas, Alemania está todavía suficientemente sana. Varios expertos creen que el país podría hacer un favor a sus socios de moneda y concentrarse más en el crecimiento -promocionando la demanda- que en la reducción de su deuda. Y es justo lo que pidieron Sarkozy y Monti en sus visitas oficiales.
Pero en Alemania hay una convicción bastante arraigada entre legisladores y economistas de que austeridad y crecimiento no son enemigos. Entre los defensores de esta teoría se encuentra Jens Weidmann, el poderoso presidente del Bundesbank que volvió a insistir la semana pasada: "Tenemos que alcanzar pronto un equilibrio estructural de presupuesto", dijo, en una entrevista con el diario berlinés Tagesspiegel. Una de las lecciones de la crisis, según Weidmann, es que el recorte de la deuda debería ser atrasado lo menos posible. "Alemania tiene que sentar el ejemplo", añadió.

DISCIPLINA FISCAL

 

Siempre en los últimos días, el diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung dedicó un amplio espacio a un ensayo de Otmar Issing, ex jefe economista en la Torre del Euro y figura de referencia de la economía alemana, que pedía una rígida disciplina fiscal para restaurar la confianza en la moneda única.
Es esto lo que Alemania trata de imponer a la Unión Europea (menos Gran Bretaña) a través del nuevo pacto fiscal, que podría ser firmado a finales de este mes y que es, según la canciller, el camino justo hacia una solución de la crisis, que sin embargo "podría tardar años".
Aún así, "la situación es muy tensa" en palabras de Merkel. Primero porque los datos confirman que también la economía alemana padeció un freno en el último trimestre de 2011 y podría contraerse el primer trimestre de este año: si las filtraciones del diario financiero Handelsblatt se confirman, el gobierno corregirá en los próximos días las perspectivas de crecimiento para 2012 del 1% al 0,75%.
En segundo lugar porque, tal y como recordó Der Spiegel, "la descalificación de Francia genera presión sobre Merkel". La revista de investigación de Hamburgo asegura que Alemania "está vista como un modelo para la solución de la crisis, pero también como quien tiene el dinero para resolverla".
Hasta ahora, los alemanes, aunque entre polémicas, han aceptado pagar por una crisis que todavía no sienten: la prueba de esto es que la popularidad de Merkel alcanzó un récord positivo en las encuestas de este mes. Pero la necesidad de un esfuerzo ulterior y la posible renuncia a unos pequeños recortes de impuestos que el gobierno había prometido podrían acabar con su paciencia y poner a la canciller en apuros. La primera prueba de fuego será la cumbre en Bruselas a finales de mes, cuando la situación en Grecia acapare la agenda.

OTRA SEMANA DECISIVA

 

·           La "troika" en Grecia La UE, el FMI y el BCE evaluarán esta semana los progresos realizados por Atenas en materia de ahorro para liberar los nuevos tramos de la ayuda financiera.
·           Ultimátum a Hungría La Comisión Europea decidirá mañana si inicia un proceso contra Budapest por la violación de varios tratados. Acusa al gobierno húngaro de socavar la independencia de su banco central.
·           La banca y Atenas El gobierno griego continuará pasado mañana las negociaciones con los grandes bancos para que acepten una quita del 50% en la deuda de Atenas.
·           Merkel prepara la cumbre La canciller alemana se reunirá el jueves con los mandatarios de Austria, Portugal y Suecia, y el viernes con el premier italiano y el presidente francés, para preparar la cumbre del 30.

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