Una docena de intelectuales de ambos lados del Atlántico, con la lengua
como patria común, alzan la voz ante la decisión de EE UU de erigir un muro en
la frontera con México.
Vista del muro que separa Sunland Park, en EE UU, de Ciudad Juárez en México. JOSÉ LUIS GONZÁLEZ (REUTERS)
Madrid
/ Cartagena de Indias / México DF: EL PAÍS
La hostilidad hacia México de Donald Trump, que esta
semana ha cumplido sus peores amenazas, parece confirmar los más negros
augurios: el nuevo presidente de Estados Unidos no solo está decidido a construir un muro en la frontera con el
vecino del Sur, sino también a cobrárselo a México. Más allá de las
consecuencias políticas, sociales y diplomáticas, las noticias impregnan la
conversación cultural a ambos lados del Atlántico y afectan a millones de
personas que, también en Estados Unidos escriben, hablan o leen en el idioma de
Cervantes. EL PAÍS ha buscado la reacción a este insólito clima de enfrentamiento entre una docena
de intelectuales y profesionales de la cultura de las dos orillas, cuyas
opiniones fueron recogidas en Madrid, México y en Cartagena de Indias, donde
estos días se celebra el Festival Hay, cita de escritores y editores en la
ciudad colombiana.
Emilio
Lledó (Sevilla, 1927) académico y filósofo. “Yo estaba
en Berlín cuando cayó el muro. Qué alegría, qué plenitud la de la gente cuando
eso se produjo. Fluyeron los seres humanos. Y ahora se produce esa patología
otra vez, protagonizada por un individuo al que han votado millones. Ya mostró
su rechazo a una lengua que tiene una importancia cultural propia, como todas
las lenguas, a la que asiste, además, una producción literaria impresionante.
Es un ataque inconcebible, una bestialidad furiosa. Kant decía que frente a la
ferocidad y a la maldad hay la belleza de las grandes palabras, y que eso
compensa la vida. Pero este hombre no necesita ni la doble moral de las
palabras; es brutal y ya está”.
Guillermo
del Toro (Guadalajara, México, 1964), cineasta. “Sería un esclavismo absoluto acceder de
alguna forma, bilateralmente, a la existencia de un muro que nos ofende a
todos. Para mí es muy importante que se continúe la acción ciudadana. No creo
que la gente que está en el Gobierno vaya a ofrecer nunca una solución
voluntariamente, porque no existe una vocación de gobernar, porque no existe
una vocación de defender los intereses del pueblo. Le queda a la gente la
necesidad de seguir manifestándose, protestando, diciendo y preguntando cosas
incómodas, porque lo que está probado, una y otra vez, es que las cosas no van
a cambiar del otro lado, por ningún motivo”.
Elena
Poniatowska (París, 1932), escritora mexicana, premio Cervantes 2013.]“Tenemos agua, tenemos luz, tenemos inteligencia ante un vecino
avasallador. Cárdenas nacionalizó nuestro petróleo y a través de los mexicanos
más pobres recuperamos mediante tácticas migratorias tierras vendidas a los
Estados Unidos: California, Texas, Nuevo México, Arizona, Utah, Colorado y
Nevada. En Los Ángeles se habla más español que inglés. La segunda comunidad
hispana del mundo se encuentra en Estados Unidos. El American dream de
licuadoras y televisiones ejerció un poder que el corrupto y mal gobierno
mexicano no supo paliar. México, con una cultura muy anterior a la de Estados
Unidos se dejó nuevamente seducir por cuentas de colores. Ahora es Trump,
hombre de negocios que envilece todo lo que toca en la peor forma del big business del Tío Sam. La comunidad
latinoamericana es inmensa y su territorio mayor que el de los Estados Unidos,
¿no sería hora de que se uniera contra Trump?”.
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Victoria
Camps (Barcelona, 1947), catedrática de Ética. “Trump está cumpliendo todas las amenazas. Y de la forma más brutal.
Su actitud necesita una fuerte reacción internacional. Se han producido
respuestas en Estados Unidos. Muchos alcaldes se han negado a las posibles
deportaciones de mexicanos. Esa desobediencia se justifica, es importante. Pero
han de ser apoyados desde fuera. Europa tiene que actuar. Estados Unidos se
está cargando sus propios principios como integrador de gente diversa. Es una
comunidad muy patriótica, pero también muy diversa. Es un país de inmigración,
como México, que acogió nuestro exilio. Negar al vecino, ofenderle, es una
burla del débil, del que se considera inferior, y merece una reacción muy
firme.
José
Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926), escritor, premio
Cervantes 2012. “El ciudadano español que no se
considere de algún modo mexicano, colombiano, chileno, es que carece de algún
fecundo componente educativo. Ahora mismo, con ocasión de esos execrables
agravios perpetrados por Trump contra México, mi condición de español ha
incrementado fervorosamente mi modo de ser mexicano. Es decir, comparto sin
reservas las acciones contra ese soez agresor”.
Un falso muro en Ciudad de México en protesta contra Donald Trump el día de su investidura.
PEDRO PARDO (AFP)
Alberto Barrera Tyszka (Caracas, 1960),
escritor. “El gran peligro con personajes
como Trump es no tomárselos en serio, pensar que son inverosímiles, que nunca
pueden llegar más lejos. Trump comenzó siendo un chiste y terminó en la Casa
Blanca, alzando el puño y anunciando que con él empieza una nueva patria. Su
trato con México no solo es absurdo sino repugnante. Pero lamentablemente tiene
coherencia con sus votantes. Pensar que solo se trata de un asunto con el país
vecino es ingenuo. Para Trump, México solo es la Latinoamérica más visible, la
que resulta más fácil estigmatizar. Después venimos todos los demás. Todos
hablamos la misma lengua que fue expulsada de la Casa Blanca. Todos somos
mexicanos. El silencio —sea por apatía, por temor o por oportunismo— es una
complicidad con la intolerancia y con la segregación. Otra manera de no tomarse
a Trump en serio. De pensar que no irá más lejos”.
José
Luis Pardo (Madrid, 1954), filósofo. “No
se trata en absoluto del peligro que puedan representar para EE UU los
inmigrantes que entran por su frontera sur. No se trata en absoluto de mantener
la legalidad en esa frontera. No se trata ni siquiera de construir o no
construir un muro. Se trata sencillamente de humillar a quien se encuentra en
la posición más débil, y de convertir esa humillación en espectáculo para satisfacción
de los instintos más bajos de la audiencia. Es la actitud del matón en el patio
del colegio. Si el muro es el símbolo de la división, es también el emblema
privilegiado del populismo: el mal está fuera, son los otros. Lo peor es que en
este caso el mal está dentro, muy dentro, y se extiende hacia fuera sin
respetar valla alguna —un populismo llama a otro, despertando los sentimientos
anti-gringos al otro lado de la frontera—. Se trata de alimentar el malestar en
lugar de aliviarlo”.
José
María Guelbenzu (Madrid, 1944), escritor. “Cuando
los estadounidenses eligieron como presidente a Ronald Reagan fue como
contratar a un actor del Oeste. Ahora la historia se repite como farsa, ahora
es un bufón el contratado. A México le debemos mucho los españoles: que esa
lengua que compartimos haya creado tanto, que haya acogido a tantos de los
nuestros. Y ahora se ve envuelto ese país extraordinario en una historia que no
es literaria ni siquiera política, no se puede hacer ficción con eso: es un
tebeo de héroes falsos. Un sarcasmo”.
Margo
Glantz (Ciudad de México, 1930), escritora. “Trump
es una catástrofe. Es una especie de Ángel Exterminador que solo en una semana
está aniquilándolo todo. Está provocando muchos problemas dentro y fuera de EE
UU. Cosas inconcebibles en una democracia como la tortura ahora se aceptan con
normalidad. En los noventa celebramos la caída del muro y ahora lo tenemos a la
vuelta de la esquina. El problema más grave de México son sus gobernantes y la
violencia. Si a esto le sumamos Trump, a México se espera un periodo muy
difícil. Ojalá sirviera para conseguir ser un país un poquito más
independiente. Ojalá el Gobierno tomara medidas excepcionales para ayudar a los
trabajadores que sean deportados para que se queden a trabajar aquí. Pero va a
ser muy difícil que seamos más independientes porque somos un país débil y
tenemos un vecino siniestro.
Alberto
Fuguet (Santiago de Chile, 1964), escritor. “Podría
estar una hora hablando en contra. Pero lo tomo como una oportunidad: el muro
de Berlín al final se cayó. Hay que empujar el muro de Trump. Ya está habiendo
movilizaciones, marchas... Me parece que ese muro llega demasiado tarde: lo
tenían que haber levantado Eisenhower o Kennedy... Pero es como la homofobia.
Tratar de eliminar el mundo gay es ya imposible. Y de manera similar pasará con
las relaciones entre los dos países y sobre todo entre los ciudadanos de ambos
lados de la frontera, que han llegado muy lejos y se han establecido una gran
cantidad de vasos sanguíneos, de vínculos entre los dos países... Esos lazos
económicos, sanguíneos, culturales romperán cualquier muro”.
Giuseppe
Caputo (Barranquilla, Colombia, 1982), escritor. “Estuve en El Paso hace justo un mes que el muro es una reja. Y
desde los EE UU echaba mensajes de bienvenida a los mexicanos. Me parece un
gesto simbólico de lo porosas que son las fronteras. La visualización de ese
muro nos está escandalizando, claro, como es lógico. Yo me posiciono en la
línea de lo que dijo Meryl Streep en la ceremonia de los Globos de Oro, sobre
la necesidad de implicación verdadera de la gente. Pero debemos ser coherentes
siempre”.
Cristina
Fuentes, directora internacional del Hay Festival. "A nosotros como festival nos interesa construir puentes no
muros, para que fluya la libertad de expresión. En todos nuestros festivales y
en especial en nuestro festival en Querétaro, en México, vamos a celebrar la
gran creatividad de México y su conexión con el resto del mundo. Nuestro
propósito es crear fotos de debate, de intercambio, foros que generen
pensamiento crítico y pensamiento plural, bastiones de liberalismo ideológico
frente al barbarismo, y celebración de la mejor literatura y pensamiento y su
libre flujo".
Con información de Juan Cruz, Ferran Bono, Jacobo García, David
M. Pérez y Javier Lafuente.
SERRAT: “NO ES SINO
LA PRUEBA DEL MIEDO DE QUIEN LO LEVANTA"
El músico Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) fue el último exiliado
español en México, tierra de acogida para ciudadanos de todo tipo, políticos,
artistas, profesores, que se fueron de España durante la Guerra Civil o en los
años que siguieron. El cantante catalán estaba en México cuando el agonizante
régimen de Franco decidió perseguirle por su actitud política con respecto a la
dictadura. “Conté en una canción que prefiero los caminos a las fronteras. Y
ahora no estoy viendo otra cosa que muros, fronteras, en Israel, en Ceuta, en
Grecia, en Turquía”, explica el intérprete de Mediterráneo, ese himno a las patrias comunes.
“En este momento el Gran Depredador ha decidido prolongar esa desgracia. Los
muros son el resultado de muchas fronteras anteriores, de muchos prejuicios, de
muchos miedos, de mucho egoísmo. Todo esto no ayuda a que nosotros como especie
avancemos por un camino armónico. A veces me pregunto si saben los que los
levantan que los muros dan a los dos lados. ¿A quién encierra la tapia, al que está
a un lado o al que está al otro, al servidor o al servido? No es lo mismo que
te impidan el camino cuando vas de paseo que cuando vas a ganarte el sustento.
Y lo que muestra el muro, en definitiva, es incapacidad, impotencia, revela el
miedo del que lo levanta. Yo confío en que, con la misma ligereza que ha
mostrado el Gran Depredador para anunciarlo, con igual rapidez dé marcha atrás
a esta ocurrencia vergonzosa. Fui a México en años muy difíciles para mí. Yo no
tenía dónde meter la vida; allí me abrieron la casa y los brazos, y todavía me
siguen tratando como a uno más, como hicieron con miles y miles de refugiados
que encontraron allí cobijo. México es experto tanto en la acogida como en la
emigración”.
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